La albiceleste o la "orange", tan sólo podía ganar una, las emociones estaban a flor de piel y el emblemático estadio Maracaná de Río de Janeiro se vistió con sus mejores galas para celebrar por todo lo alto la final del Mundial de Brasil.
Mientras los jugadores argentinos y alemanes permanecían concentrados en sus vestuarios para enfrentarse a uno de los partidos más importantes de sus vidas, los miles de espectadores que abarrotaron las gradas empezaron la fiesta al ritmo de Shakira y su ya famoso La, la, la.
La colombiana puso a todos a bailar moviendo sus caderas sobre un colorido y espectacular escenario en el centro del estadio donde estuvo acompañada de Carlinhos Brown. Sin embargo, el gran protagonista de su actuación fue otro, ni más ni menos que su hijo, el pequeño Milan, que se encontraba a pie de campo junto a su padre, el futbolista del FC Barcelona Gerard Piqué.
Shakira fue a su encuentro y, después de darse un romántico beso con su chico, cogió en brazos a su niño para que le acompañara en los minutos finales.
Milan, que iba vestido con una camiseta de rayas verdes y pantalones blancos, acaparó todas las miradas con sus mejillas sonrosadas y nos regaló entrañables instantáneas con sus padres, que literalmente se le "comían" a besos.
El acento español también lo puso el ex capitán del Barça Carles Puyol, que estuvo acompañado de su novia, Vanesa Lorenzo, y que fue el encargado de custodiar y entregar la Copa del Mundo 2014 junto a la top Gisele Bündchen, que estaba espectacular con un precioso vestido de color aguamarina, y a la que vimos muy cariñosa con su marido, Tom Brady.
Las dos parejas se mostraron de lo más cómplices charlando animadamente antes del partido. Quizá las modelos compartieron algún que otro secreto sobre su profesión o Gisele le dio algún consejo a Vanesa ante su reciente maternidad.
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