Amaia y Rosauro Varo, ya están en casa, con su hija que vino al mundo, hace tan solo unos días.
Radiante de felicidad y sin perder en ningún momento la sonrisa, abandono Amaia Salamanca la clínica Rubert Internacional de Madrid, donde dio a luz a su primera hija.
Informal y con el pelo recogido con una coleta, luce su figura con unos pantalones ajustado negros y una camisa militar con botas altas salió Amaia de la clínica, mostrándose muy emocionada y sin dejar de dar las gracias a todos por sus felicitaciones y el cariño que ha recibido tras el nacimiento de la pequeña, la cual llevaba bien tapadita con una manta de color blanco.
"Gracias, muchas gracias", repitió la actriz en varias ocasiones. Y es que como ella misma confesó hace unas semanas, está viviendo uno de los momentos más especiales de su vida y la llegada de su hija les ha colmado de felicidad. "Estoy muy feliz, muy contenta, todo va estupendamente y toco madera para que siga así", aseguró emocionada recientemente.
Tras ella, salió el orgulloso papa, Rosauro Varo, que también agradecía públicamente, al equipo médico que les ha ayudado y acompañado durante su instancia en la clínica.
Discretos y muy unidos, Amaia y Rosauro, han ido consolidando día a día una relación que comenzó hace tres años, con la llegada de su hija, han completado su felicidad y en la que todo apunta a que podría terminar en boda.
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